Primer discurso de José Batlle y Ordoñez transmitido por radio.
Extraído de Batlle y el Batllismo de Efrain Gonzalez Conzi – Roberto B. Giudice, segunda edición paginas 217 – 218.

Extraído de Batlle y el Batllismo de Efrain Gonzalez Conzi – Roberto B. Giudice, segunda edición paginas 217 – 218.
“He aquí el discurso inaugural de Batlle:
Y bien!… correligionarios!… Con orgullo podemos afirmar que somos nosotros, que es nuestro partido, racionalista y avanzado, quien cierra el paso a la falange del oscurantismo y asegura a nuestro país el sereno goce de todas las conquistas del pensamiento, guiándolo por senderos de luz.
Pensad, correligionarios: es vuestro partido el que se afana por difundir la instrucción, el que pugna por la gratuidad de la enseñanza, y crea liceos y contrata sabios en los países más adelantados del mundo y erige institutos de ciencia… y él es, también, el que se opone a que se restrinja la instrucción, a que se suprima la gratitud de la enseñanza, y a que se derruyan los institutos científicos erigidos, por falsas y deleznables razones de míseras economías.
Si un día, alguno de vuestros hijos, o de los hijos de vuestros adversarios, presta el concurso de su saber al adelanto de las ciencias y honra a su país, honrándose a sí mismo, en su aporte a la creación de algún nuevo portento de la ciencia, lo deberá en gran parte a nuestro partido, que se afana por crear un ambiente de intelectualidad en la República, y ha estado siempre y está ahora dispuesto a prestar el apoyo que sea necesario, a la creciente ilustración del país.
Pero no quiero hablaros, sólo, en esta hora solemne en que palpamos, puede decirse, el poder del pensamiento, del homenaje de nuestro partido a la verdad y a la ciencia; quiero también recordaros su dedicación constante a la aplicación de la justicia, o sea a la atribución a cada ser humano de la parte de bienes a que tiene derecho para hacer efectivo su destino.
Ciencia y verdad; y bien, he ahí los dos astros que, en el cielo del ideal, señalan con su fulgor el derrotero de nuestro partido. Por eso fue en el pasado, en justas de recuerdo inmarcesible, el paladín de la civilización frente a la barbarie prepotente; por eso de ahora, que se agudiza la lucha por la vida y la miseria, el paladín de las justicieras reparaciones sociales y de la comunión de todos en la libertad, la igualdad y la fraternidad.
¡Sí!… Que los bienes que la Ciencia descubre en el seno de la Naturaleza no refuercen a los que ya son poderosos, ni hundan cada vez más en la miseria a los que ya lo están; que se distribuya el bien en la medida de las necesidades y los méritos; que la juventud tenga hora serenas en que, sin angustias, se prepare para las tareas remuneradoras de la vida; que en todos los hogares haya un asiento para la felicidad; que seamos, en suma, un pueblo sano, fuerte, ilustrado y venturoso en el que no falte la posible y necesaria porción de alegría ni aún para aquellos que la Naturaleza condena a una inferioridad irreparable.
Tal es el ideal de nuestro partido; tal la meta de su esfuerzo; tal el resorte que lo mueve en todos los detalles de su acción; tal la causa del afán con que ambiciona el triunfo.
Preparaos; correligionarios, para vencer.
La felicidad de todos, la de nuestros adversarios como la nuestra nos lo exige.
Llegamos del pasado cargados de laureles; nos ponemos en marcha hacia el porvenir para aumentar esa gloriosa carga.
Todos los que están agobiados por la injusticia son nuestros protegidos.
Todos los que no están cegados por el prejuicio nos esperan. Repetid estos vivas en todos los ámbitos de nuestra tierra:
Viva la República, feliz justiciera.
Viva el Partido Colorado, que la guía”.
(13 de noviembre de 1922)