¿Dónde y cuándo surgió el principio y la realidad colegialista? El Ejecutivo Colegiado.
¿Dónde y cuándo surgió el principio y la realidad colegialista? La historia del mundo, aún en una breve reseña, nos dará la respuesta.

El Ejecutivo Colegiado. Génesis del Colegiado*
¿Dónde y cuándo surgió el principio y la realidad colegialista? La historia del mundo, aún en una breve reseña, nos dará la respuesta.
¿En el gran Sanhedrín, compuesto de setenta y dos miembros, encargado de resolver todos los asuntos de interés general del pueblo hebreo?
¿En Esparta con la Asamblea, el Senado, dos reyes y cinco éforos?
¿En Atenas con los “Treinta Tiranos”, gobierno impuesto por el general espartano Lisandro, como vencedor de la democracia ateniense?
¿En Roma, con el primer Consulado constituido por Bruto y Tarquino Colatino o en los siguientes?
¿O en la misma Roma con los dos “Triunviratos”, el primero con Craso, Pompeyo y César y el segundo con Marco Antonio, Octavio y Lépido?
¿O en la Revolución Francesa, con tres ejemplos de Colegiado: la “Convención”, el “Directorio” y el “Consulado”, disuelto al surgir el encumbramiento de Napoleón Bonaparte como Cónsul único?
¿O en el Río de la Plata, con la Junta de Mayo, compuesta de 9 miembros, que dirigió el movimiento revolucionario del 25 de Mayo de 1810?
¿O en los primeros tiempos del Uruguay como nación independiente con el “Triunvirato” integrado por Rivera, Oribe y Flores?
¿O en Suiza con el Consejo Federal de 7 miembros, según la constitución de 1848?
¿O por fin el 4 de marzo de 1913, cuando Batlle publicó sus “Apuntes del Colegiado” o el 25 de mayo de 1916 cuando la Convención del Partido Colorado aprueba el proyecto de Batlle de reforma constitucional y la implantación del Ejecutivo Colegiado?
En 1913 un historiador ilustrado pero anticolegialista apasionado, el doctor Daniel Castellanos en un folleto titulado “El Colegiado a través de la Historia” afirmó su anticolegialismo diciendo: “La Historia condena el Colegiado”.
En la misma época dos colegialistas de fuste don José Batlle y Ordóñez y el doctor Francisco Simón, se opusieron a la tesis sostenida por su distinguido adversario ideológico.
Batlle, mas sintético y concluyente, afirmó después de un profundo estudio del proceso de los gobiernos pluripersonales: “verdaderas tiranías no ha habido ninguna en el mundo colegiado, pero en cambio no hay una pulgada de tierra habitada y de historia conocida que no haya gemido bajo un tirano”.
El Dr. Simón, más analítico, dijo: “la Historia no condena, no puede condenar al Ejecutivo Colegiado; nos lo muestra pasando por diversas alternativas como buscando un ambiente favorable al desarrollo de sus fecundos gérmenes, hasta llegar a la Constitución Suiza de 1848 donde encuentra una fórmula que lo expresa y en el pueblo los elementos apropiados para permitirle su plena expansión”.
“El estado de barbarie, la guerra, la carencia de educación política y la falta de libertad en la masa social, conspira contra el éxito del Ejecutivo Colegiado. Cuanto más perfecta es una forma de gobierno, menos se adapta a las fases inferiores del progreso social”.
“El Ejecutivo plural es por su naturaleza una institución esencialmente democrática y sólo puede arraigar firmemente en un pueblo que ame la libertad y que quiera que sus gobernantes sean la fiel representación de sus más generales aspiraciones; en un pueblo que no tolera el despotismo y a quien repugne la aristocracia más o menos disfrazada: así es nuestro pueblo”
(…)
Estimamos que, sin embargo, algunas conclusiones se pueden hacer sobre los gobiernos plurales, cuando han gobernado, a pueblos de adecuado grado de educación política. Es evidente que muchos de ellos fueron propulsores de la libertad.
La “Convención” dio a Francia primero y al mundo después los principios inmortales de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
La “Junta de Mayo” inició la revolución americana en el Rio de la Plata.
El “Consejo Federal” suizo, ejecutivo de 7 miembros creado por la Constitución de 1848, ha tenido y tiene la virtud de armonizar en su seno a integrantes de tres nacionalidades, no siempre amigas como franceses, alemanes e italianos y ha hecho de Suiza una democracia ejemplar que es hoy orgullo del mundo. Si algún gobierno colegiado reúne condiciones similares al nuestro, por la educación cívica de sus integrantes, lo es esta gran democracia.
Hay algo que de acuerdo a los procesos de la Historia se puede afirmar claramente es esto: “La Historia condena a los hombres providenciales”, por muy geniales que sean, cuando olvidando sus limitaciones humanas, quieren actuar como si fueran dioses.
Julio César, genio militar y político indiscutible, con su prestigio adquirido en el ejército, después de su triunfo en las Galias, murió apuñalado por aquellos representantes de la aristocracia romana que temían su engrandecimiento y poder.
Y Napoleón Bonaparte, otro genio militar y político indudable, cuando terminó sus luchas guerreras, que lo llevaron a dominar casi toda Europa primero, para ser derrotado después dejó a Francia más pequeña que cuando inició sus conquistas.
En cambio la “Convención, aunque derramó mucha sangre, terminó para siempre con la aristocracia, que desde el fondo mismo de la Historia tenía el mundo dividido en dos clases sociales: los nobles para vivir y disfrutar, la plebe para trabajar y sufrir. Ese hecho, sin duda el más grande del mundo moderno, fue la obra de un Colegiado. Cierto que los soldados franceses difundieron, en los países invadidos las ideas de libertad, pero ellas eran los principios de la Revolución, no los de Napoleón.
*Carlos Simón. En defensa del Ejecutivo Colegiado. Montevideo 1966
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