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Fede Lagrotta

Historias y reflexiones de Uruguay

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La visión mediática. Patrick Champagne

A continuación fragmentos de texto de “La visión mediática” de Patrick CHAMPAGNE.

A continuación fragmentos de texto de “La visión mediática” de Patrick CHAMPAGNE. Este texto se encuentra en la obra “La miseria del mundo”, libro dirigido por Pierre BOURDIEU. Paginas 51 a 63.

Los malestares sociales sólo tienen existencia visible cuando los medios hablan de ellos, es decir, cuando los periodistas los reconocen como tales. Ahora bien, no se reducen a los meros malestares mediáticamente constituidos ni, sobre todo, a la imagen que los medios dan de ellos cuando los perciben. No hay duda de que los periodistas no inventan en su totalidad los problemas que se hablan; incluso pueden llegar a pensar, no sin razón, que contribuyen a hacerlos conocer y a incorporarlos, como suele decirse, al “debate público”. Lo cierto es que sería ingenuo quedarse en esa constatación. No todos los malestares son igualmente “mediáticos”, y los que lo son sufren inevitablemente una cierta cantidad de deformaciones desde el momento en que los medios los abordan, puesto que, lejos de limitarse a registrarlos, el campo periodístico los somete a un verdadero trabajo de construcción que depende en muy amplia medida de los intereses propios de ese sector de actividad.

Casi podría decirse que la enumeración de los “malestares” que surgen con el paso de las semanas en la prensa es sobre todo la lista de los que podrían llamarse “malestares para periodistas”, vale decir, aquellos cuya representación pública se fabricó explícitamente para interesar a los periodistas, o los que por sí solos atraen a éstos porque son “fuera de lo común”, dramáticos o conmovedores y por esa razón comercialmente rentables, por lo tanto conformes a la definición social del acontecimiento digno de aparecer “en primera plana”. La manera en que los medios escogen y abordan esos malestares, en definitiva, dice al menos tanto sobre el medio periodístico y su modo de trabajo como sobre los grupos sociales en cuestión.

La fabricación del “acontecimiento”

Aunque no sea nuestro objetivo aquí, habría que analizar la diversidad de puntos de vista periodísticos sobre los acontecimientos, que remite a la diversidad de formas de periodismo. Lo cierto es que los periodistas, sea cual fuere el tipo de medio en que trabajan, se leen, se escuchan y se observan mucho entre sí. La “revista de prensa” es para ellos una necesidad profesional: les indica los temas que deben tratar porque “los otros” hablan de ellos, puede darles ideas de notas o les permite, al menos, situarse y definir ángulos originales para distinguirse de los competidores. Por otra parte, no todas las visiones periodísticas tienen el mismo peso dentro de la profesión y particularmente afuera, en el proceso de constitución de las representaciones sociales. (…)

Ahora bien, los medios actúan en un principio y fabrican colectivamente una representacion social que, aun cuando esté bastante alejada de la realidad, perdura pese a los desmentidos o las rectificaciones posteriores porque, con mucha frecuencia, no hace más que fortalecer las interpretaciones espontáneas y por lo tanto moviliza en primer lugar los prejuicios y tiende, con ello, a redoblarlos. (…)

(…)

Un falso objeto

En definitiva, lo que se denomina “acontecimiento” nunca es más que el resultado de la movilización – que puede ser espontánea o provocada- de los medios alrededor de algo que, durante cierto tiempo, éstos convienen en considerar como tal. (…)

(…)

Algunos remedios “mediático-políticos”

Lo cierto es que en lo sucesivo los medios son parte integrante de la realidad o, si se prefiere, producen efectos de realidad al fabricar una visión mediática de aquélla que contribuye a crear la realidad que pretende describir. En particular, las desdichas y reivindicaciones deben expresarse de aquí en más mediáticamente si quieren tener una existencia públicamente reconocida y que el poder político, de una manera, las “tome en cuenta”. La lógica de las relaciones que se instauraron entre los actores políticos, los periodistas y los especialistas de la “opinión pública” llegó a tal punto que políticamente, es muy difícil actuar al margen de los medios o, a fortiori, contra ellos. Es por eso que la prensa nunca dejó indiferente al poder político, que trata de controlar lo que se denomina “la actualidad”, cuando no contribuye, con la ayuda de sus agregados de prensa, a fabricarla por sí mismo. A los dirigentes políticos no les gusta ser sorprendidos e incluso superados por los acontecimientos y procuran evitar que otros, en la urgencia y bajo presión, les impongan la definición y el tratamiento de los problemas sociales a la orden del día. En síntesis, quieren seguir siendo los dueños de la agenda y temen particularmente los acontecimientos que surgen de manera imprevisible (…), y se ubican en el primer plano de la actualidad política porque la prensa escrita y los noticiarios televisivos se apoderan de ellos.

(…)

(…) Todo sucede como si los periodistas quisieran probarse a sí mismos su autonomía profesional en relación con el poder, tratando de ponerlo en aprietos, mientras que los políticos, por su lado, se esfuerzan por controlar los medios como pueden (hoy, sólo indirectamente). En otros términos, la lucha se localiza principalmente en el terreno mediático y tiende a permanecer en él…

(…)

#Sociologia

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